jueves, 21 de abril de 2011

La vida.

Imposible atravesar la vida ...
sin que un trabajo salga mal hecho, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún problema de salud, sin que nadie de la familia fallezca, sin que un amor nos abandone... sin equivocarse.
Ese es el precio de vivir.
Sin embargo lo importante no es lo que suceda, sino como reaccionamos nosotros... Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.
Uno crece cuando no hay vacío de esperanza,ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe.
Uno crece al aceptar la realidad y al tener el aplomo de vivirla.
Crece cuando acepta su destino, y tiene voluntad de trabajar para cambiarlo.
Uno crece asimilando y aprendiendo de lo que deja detrás... construyendo y proyectando lo que tiene por delante.
Crece cuando se supera, se valora, y da frutos.
Cuando abre camino dejando huellas, asimilando experiencias...
Uno crece cuando se impone metas, sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios, cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes... cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación, sensible por temperamento... ¡Y humano por nacimiento!
Cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas, recoge flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se
levante el polvo.
Uno crece ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe....
Uno crece cuando se detiene para no retroceder... cuando
se defiende para no dejar de volar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario