miércoles, 11 de julio de 2012

ANAT.

Todos tenemos un momento favorito, ese que queda para siempre guardado en nuestros recuerdos. Ese momento que siempre que estas feliz te viene a la cabeza y te hace sonreír aún más también es el momento que te viene a la cabeza cuando estás triste y te hunde aún más. Porque como dicen por ahí ''no hay nada más triste que un recuerdo feliz''
Somos masoquistas, nos empeñamos en recordar una y otra y otra vez ese momento y en intentar que las cosas sean como lo eran un tiempo atrás y sufrimos por ello. Pero lo peor no es eso, lo peor es que sabemos perfectamente que las cosas solo pasan una vez, que los recuerdos no vuelven, que dos pájaros nunca cantarán una misma canción. Y a pesar de eso seguimos ahí, como completos imbéciles, esperando a que esos momentos vuelvan a que esa persona toque un día nuestra puerta trayendo con él la felicidad que un día se llevó al marcharse. No queremos comprender que hay personas que entran en nuestra vida sin la intención de quedarse y que por mucho que las abracemos lo único que conseguiremos es que tarden un poco más en irse y que por lo tanto, su partida duela aún más. 
Así que no te aferres a lo que no se quiere quedar, porque si alguien de verdad te quiere no va a marcharse. Piénsalo, ¿acaso tú te has ido?

No hay comentarios:

Publicar un comentario